La definición de migraña es un tema que se ha debatido mucho. Sin embargo, los profesionales de la salud aceptan presentarla como una forma de dolor de cabeza. Es decir, la migraña se caracteriza por crisis de dolores de cabeza. Según los estudios científicos que se han hecho sobre esta enfermedad, estas crisis serían la consecuencia de una reacción inflamatoria del cerebro. Por esta razón, la migraña se define a veces como una enfermedad neurológica.
Como ya hemos dicho antes, la migraña se manifiesta en crisis de dolores de cabeza. Pueden durar entre 4 y 72 horas dependiendo del caso. Estos dolores también pueden venir acompañados de otros síntomas. Las personas que padecen de migrañas no suelen soportar ni el ruido ni la luz. También pueden manifestarse dificultades para concentrarse, irritabilidad, náuseas y vómitos.
No es raro que el dolor de la migraña se confunda con un dolor de cabeza pasajero. Sin embargo, sus características son muy diferentes. El dolor de la migraña es mucho más difícil de soportar que un dolor de cabeza puntual, que generalmente provoca un malestar difuso. Estos son intensos y se manifiestan, normalmente, solo en un lado de la cabeza. Se llaman pulsátiles o “batientes” cuando a una persona que tiene migrañas siente al corazón latir en la cabeza. A veces, esta sensación se describe como si fueran “martillaos en la cabeza”.
La migraña afecta a 3 de cada 10 personas, pero en muchos casos ni siquiera se llega a diagnosticar. Y por una buena razón, ya que la migraña, aunque generalmente aparece en la pubertad, puede que no se manifieste en años. Según las estadísticas, las primeras crisis suelen presentarse entre los 35 y los 40 años. Sin embargo, también pueden darse en adolescentes, jóvenes adultos y ancianos. Las cifras también muestran que las migrañas son más comunes entre las mujeres; se estima que afectan a un promedio de 1 hombre por cada 3 mujeres.
Hoy en día, las causas de la migraña aún no se conocen bien. Sin embargo, los resultados científicos confirman la existencia de un alto riesgo de predisposición genética cuando uno o dos de los padres padecen de migrañas. Esta enfermedad también podría estar ligada a otros factores. Algunos de los factores que podrían desencadenar una crisis de migraña son los cambios emocionales, un desequilibrio hormonal, problemas de sueño o malos hábitos alimentarios.
Como ya hemos dicho antes, la aparición de la migraña se debe a diferentes factores. Si los identificamos y reaccionamos rápido las crisis que produce esta enfermedad se pueden limitar. Por ejemplo, es importante controlar la calidad y la duración del sueño. Tampoco se debe descuidar la calidad de la alimentación, ya que las carencias nutricionales, principalmente de vitamina D y de magnesio, pueden originar una migraña.
Generalmente, distinguimos dos tipos de tratamiento para la migraña: el tratamiento de las crisis y el tratamiento de fondo. El primero consiste en mitigar los síntomas de la migraña, mientras que el segundo tiene como objetivo reducir la frecuencia de las crisis. Los profesionales de la salud recomiendan a menudo estos tratamientos, que pueden estar basados en principios activos. Entre ellos, los que son de origen natural, han tenido un creciente éxito durante los últimos años. El extracto de tasite es uno de los tratamientos que han sido aceptados por varios estudios por su eficacia natural contra la migraña. Los que sufren de migraña también utilizan plantas con propiedades antiinflamatorias, como las que podemos encontrar en InflaRelief Fórmula.
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